Decisiones

Imagina que tu vida consiste en levantarte por la mañana para ir a trabajar o a estudiar o a clase; después de eso volver a casa para comer; a lo mejor estudiar por la tarde o salir a a la calle o comprar o seguir trabajando o simplemente no hacer nada. Imagina que eso son conco días a la semana y que sólo dos los tienes para hacer lo que quieras. Imagina que sólo durante un mes al año, uno de doce (no es mucho, menos de un 10%) tienes vacaciones y que has estado ahorrando todo el año un poquito cada mes para irte de vacaciones. No has podido ahorrar mucho porque con tu sueldo apenas te da para pagar la factura, la hipoteca, la comida del Mercadona, los gastos imprevistos, la ropa que te compras cada mes (porque aunque compres en el Factory o en el mercadillo o sólo en as rebajas la ropa hay que pagarla). Bueno, supongo que tampoco es une esfuerzo muy grande imaginar eso, ¿no? sólo hace falta con mirar a tu propia vida.

Ahora empieza a imaginar algo ligeramente diferente. Imagina que trabajas sólo cinco horas a la semana  que las clases a las que vas de alumno son sólo aquellas que te interesan de alguna manera y puedes hacer con ellas lo que quieras, trabajarlas porque te gustan o no trabajarlas si un día no tienes ganas o simplemente dejarlas, porque da igual lo que hagas, vas a tner la misma nota, sólo vas por el simple hecho de aprender algo que de otra forma no habrías aprendido jamás. Es cierto que no cobras mucho, menos de 400 € al mes, pero no importa pq no tienes absolutamente ningún gasto, no tienes que pagar una casa o una hipoteca, no tienes que pagar ninguna factura, ni siquiera tines que pagar la comida. No tienes que pagar coche pq puedes ir andando a todos sitios. Prácticamente vives con tus amigos, comes con ellos, trabajas con ellos, les ves todos los días, ímaginate una relación así con alguien, a quien ves a todas horas, con quien tienes tus diferencias, pero da igual, porque sabes que daría tu vida por ti; ahora imaginate que no es alguien, sino "alguienes", que son siete personas. Porque es igualmente cierto que estás lejos de tu familia, de tus amigos de toda la vida (a los que no vas a volver a ver hasta dentro de cuatro meses), de toda persona ajena al campus, estás a años luz de casi cualquier persona que no tenga entre 18 y 21 años (excepto tus siete amgos) y con quien se pueda tener una conversación relativamente adulta; estás lejos de la ciudad, de cualquier ciudad (incluso Córdoba parece una Megalópolis al lado de Norton, MA). Pero no importa, porque éste es uno de los mejores años de tu vida, porque sabes que una oportundad como ésta no se va a presentar nunca más (aunque haya quien las busque hasta debajo de las piedras). Supongo que simplemente estarías deseando no despertar nunca de ese sueño que empezó a finales de agosto y que ya sabes cuando va a acbar, pero aún así te resistes a creerlo. Para mí no es díficil imaginarlo, sólo tengo que mirar mi propia vida.

Ahora imagina que con esa vida, tomas una decisión y esa decisión es dejarlo todo: dejar de cobrar por trabajar cinco horas a la semana; dejar el no tener ningún gasto; dejar las asignaturas que estudias simplemente porque son divertidas; no volver a ver a tu familia (novia, amigos de toda la vida…) no en cuatro meses, sino en siete; dejar a esos siete amigos con los que has vivido más cosas juntos en cinco meses que con algunos de tus amigos de toda la vida y con los que has tenido una relación que sabes que no vas a tener con nadie más en tu vida; dejar todo eso de irte de peregrinación tú solo andando de Jerusalén a París.

Pues con eso ha sido con lo que he cenado hoy, y aún tres horas después todavía lo estoy digeriendo; saber que después de febrero no volveré a ver a Jean (el TA francés). Lo cierto es que por un lado estoy hecho polvo (muy hecho polvo); pero por otro lado le admiro como no he admirado a casi nadie vivo real de mi entorno, porque ha tomado una decisión imposible de tomar para muhos y va a ir con ella hasta el final; estoy contento poruqe sé que es la única manera en la que él es feliz y si él es feliz, nada más cuenta; y también estoy feliz porque ha decidio que fuéramos Felix y yo los primeros en saberlo.